Author: | Ignacio Jasiel Hernández Maya | ISBN: | 9781370193820 |
Publisher: | Ignacio Jasiel Hernández Maya | Publication: | January 8, 2017 |
Imprint: | Smashwords Edition | Language: | Spanish |
Author: | Ignacio Jasiel Hernández Maya |
ISBN: | 9781370193820 |
Publisher: | Ignacio Jasiel Hernández Maya |
Publication: | January 8, 2017 |
Imprint: | Smashwords Edition |
Language: | Spanish |
En mis libros anteriores, sobre educación y arte, he encontrado que hay dos temas que no le interesan a millones de jóvenes mexicanos. Sin embargo, en la época actual, son fundamentales, a saber: el arte y la educación. Encontré que la mayoría de los jóvenes, en México, no quieren escuchar sobre ninguno de ellos. Para muchos de ellos existen otras cuestiones más interesantes, la escuela les resulta aburrida y no tienen mayor interés por aprender o conocer. Muchos de ellos no tienen interés en conocer artistas de otras épocas, pues consideran que están pasados de moda y, simplemente, no les gustan. Menos probable es que les interesen cuestiones de teoría del arte. Los artistas comerciales, los videojuegos, los YouTubers, han captado su atención, dinero y tiempo.
La era digital, la sociedad de consumo parece han dado la última palabra con relación al arte y los artistas, pero también, la ignorancia está gobernando las acciones en materia de educación artística, en el país, este tema lo abordo a detalle en otras obras. Por su parte, los adultos, muchos de ellos, se inclinan a la ficción, a las novelas, también de eso he escrito en otros espacios.
De manera silenciosa, o mejor dicho escandalosa, acudimos al fin del arte y de los artistas. Quedan en su lugar, charlatanes, personas creadas artificialmente, por la industria y que generan millones de dólares a partir de chatarra. El Arte reducido a imagen (esto lo sabe bien la mercadotecnia), es comercializable a manera de “recuerditos” o materia decorativa. El capital y los grandes intereses marcan rumbos y, sobre todo, propósitos a la industria del entretenimiento. En ese sentido, la finalidad será, precisamente, entretener. Dicho con otras palabras, hacer perder el tiempo a las personas, distraerlos de actividades importantes.
La vanidad, el egoísmo y el narcisismo, caracterizan a muchos de los jóvenes mexicanos, basta ver sus perfiles de Facebook, con fotografías de ellos mismos frente al espejo (adoración del cuerpo y falta de autoestima) y sus publicaciones (por ejemplo, de futbol).
El arte en la era posmoderna quedará reducido no a saber, sino a decir, a opinar. Las creencias será la forma de “apreciación artística”. Y la mera ejecución mecánica. La forma que adquirirá la “expresión artística”, muy cercano a manualidades.
Incultos e ignorantes, es muy dudoso que se interesen por el arte.
Vayamos pues, hasta 1997 en donde iniciaremos este estudio.
En mis libros anteriores, sobre educación y arte, he encontrado que hay dos temas que no le interesan a millones de jóvenes mexicanos. Sin embargo, en la época actual, son fundamentales, a saber: el arte y la educación. Encontré que la mayoría de los jóvenes, en México, no quieren escuchar sobre ninguno de ellos. Para muchos de ellos existen otras cuestiones más interesantes, la escuela les resulta aburrida y no tienen mayor interés por aprender o conocer. Muchos de ellos no tienen interés en conocer artistas de otras épocas, pues consideran que están pasados de moda y, simplemente, no les gustan. Menos probable es que les interesen cuestiones de teoría del arte. Los artistas comerciales, los videojuegos, los YouTubers, han captado su atención, dinero y tiempo.
La era digital, la sociedad de consumo parece han dado la última palabra con relación al arte y los artistas, pero también, la ignorancia está gobernando las acciones en materia de educación artística, en el país, este tema lo abordo a detalle en otras obras. Por su parte, los adultos, muchos de ellos, se inclinan a la ficción, a las novelas, también de eso he escrito en otros espacios.
De manera silenciosa, o mejor dicho escandalosa, acudimos al fin del arte y de los artistas. Quedan en su lugar, charlatanes, personas creadas artificialmente, por la industria y que generan millones de dólares a partir de chatarra. El Arte reducido a imagen (esto lo sabe bien la mercadotecnia), es comercializable a manera de “recuerditos” o materia decorativa. El capital y los grandes intereses marcan rumbos y, sobre todo, propósitos a la industria del entretenimiento. En ese sentido, la finalidad será, precisamente, entretener. Dicho con otras palabras, hacer perder el tiempo a las personas, distraerlos de actividades importantes.
La vanidad, el egoísmo y el narcisismo, caracterizan a muchos de los jóvenes mexicanos, basta ver sus perfiles de Facebook, con fotografías de ellos mismos frente al espejo (adoración del cuerpo y falta de autoestima) y sus publicaciones (por ejemplo, de futbol).
El arte en la era posmoderna quedará reducido no a saber, sino a decir, a opinar. Las creencias será la forma de “apreciación artística”. Y la mera ejecución mecánica. La forma que adquirirá la “expresión artística”, muy cercano a manualidades.
Incultos e ignorantes, es muy dudoso que se interesen por el arte.
Vayamos pues, hasta 1997 en donde iniciaremos este estudio.