Author: | Mónica González Álvarez | ISBN: | 9788441439603 |
Publisher: | Edaf | Publication: | June 15, 2019 |
Imprint: | Edaf | Language: | Spanish |
Author: | Mónica González Álvarez |
ISBN: | 9788441439603 |
Publisher: | Edaf |
Publication: | June 15, 2019 |
Imprint: | Edaf |
Language: | Spanish |
El nazismo postuló que todos aquellos que no fueran arios no eran humanos y serían tratados como animales.? En los campos de concentración nazis, cientos de fieles guar-dianas, con la sangre «limpia», se convirtieron en las torturadoras y asesinas más despiadadas de la Segunda Guerra Mundial. No son tan conocidas como Hitler, Himmler o Goebbels pero la historia más siniestra de la humanidad tiene su hueco para estas auténticas arpías, las caras inhumanas que tantas víctimas dejaron tras de sí, como el caso de Hermine Braunsteiner, La Yegua de Majdanek, que disfrutaba dando coces en el estómago de sus confinadas; Irma Grese, El Ángel de Auschwitz, cuyo pasatiempo favorito era echar a las prisioneras a sus perros para que las devoraran, o Ilse Koch, La Zorra de Buchenwald, que ordenaba extirpar la piel tatuada de los presos para fabricar lámparas de decoración. Una obra que recoge la biografía de un total de diecinueve mujeres que participaron activamente en la maquinaria bélica del nacionalsocialismo y que sucumbieron ante el poder, la sangre y la muerte. ¿Tuvieron otra salida? Sí. No obstante, optaron por tomar las riendas, acatar órdenes y aliñar sus actuaciones con fuertes dosis de vejación, maltrato y sadismo. Estas «mujeres» no son las únicas que formaron parte del Tercer Reich, y lo apoyaron en cada una de sus iniciativas. Son muchas más, pero su conducta sobresalió por encima del resto.
El nazismo postuló que todos aquellos que no fueran arios no eran humanos y serían tratados como animales.? En los campos de concentración nazis, cientos de fieles guar-dianas, con la sangre «limpia», se convirtieron en las torturadoras y asesinas más despiadadas de la Segunda Guerra Mundial. No son tan conocidas como Hitler, Himmler o Goebbels pero la historia más siniestra de la humanidad tiene su hueco para estas auténticas arpías, las caras inhumanas que tantas víctimas dejaron tras de sí, como el caso de Hermine Braunsteiner, La Yegua de Majdanek, que disfrutaba dando coces en el estómago de sus confinadas; Irma Grese, El Ángel de Auschwitz, cuyo pasatiempo favorito era echar a las prisioneras a sus perros para que las devoraran, o Ilse Koch, La Zorra de Buchenwald, que ordenaba extirpar la piel tatuada de los presos para fabricar lámparas de decoración. Una obra que recoge la biografía de un total de diecinueve mujeres que participaron activamente en la maquinaria bélica del nacionalsocialismo y que sucumbieron ante el poder, la sangre y la muerte. ¿Tuvieron otra salida? Sí. No obstante, optaron por tomar las riendas, acatar órdenes y aliñar sus actuaciones con fuertes dosis de vejación, maltrato y sadismo. Estas «mujeres» no son las únicas que formaron parte del Tercer Reich, y lo apoyaron en cada una de sus iniciativas. Son muchas más, pero su conducta sobresalió por encima del resto.