Author: | Byung-Chul Han | ISBN: | 9788425437595 |
Publisher: | Herder Editorial | Publication: | December 16, 2015 |
Imprint: | Language: | Spanish |
Author: | Byung-Chul Han |
ISBN: | 9788425437595 |
Publisher: | Herder Editorial |
Publication: | December 16, 2015 |
Imprint: | |
Language: | Spanish |
Lo pulido, lo liso, lo impecable, son la seña de identidad de nuestra época. Son lo que tienen en común las esculturas de Jeff Koons, los smartphones y la depilación. Estas cualidades ponen en evidencia el actual "exceso de positividad" del que habla Han en otros ensayos, pero que aquí enfoca y desarrolla en el campo del arte y de la estética. ¿Por qué hoy en día gusta tanto "lo pulido"? —se pregunta Han. Porque no daña, no ofrece resistencia. Lo bello digital constituye un espacio pulido y liso de lo igual, un espacio que no tolera ninguna extrañeza, ninguna alteridad, ninguna negatividad. Lo bello natural se ha atrofiado en lo liso y pulido de lo bello digital. Hoy nos hallamos en una crisis de lo bello en tanto que se lo satina, convirtiéndolo en objeto del "me gusta", en algo arbitrario y placentero, que se mide por su inmediatez y su valor de uso y de consumo. Pero sin la negatividad del quiebre de lo otro, queda obturado el acceso a lo bello natural y anulada la distancia contemplativa. La belleza es rezagada. No es un brillo momentáneo, sino que alumbra en silencio, y a través de rodeos. A la belleza no se la encuentra en un contacto inmediato. Más bien acontece como reencuentro y reconocimiento.
Lo pulido, lo liso, lo impecable, son la seña de identidad de nuestra época. Son lo que tienen en común las esculturas de Jeff Koons, los smartphones y la depilación. Estas cualidades ponen en evidencia el actual "exceso de positividad" del que habla Han en otros ensayos, pero que aquí enfoca y desarrolla en el campo del arte y de la estética. ¿Por qué hoy en día gusta tanto "lo pulido"? —se pregunta Han. Porque no daña, no ofrece resistencia. Lo bello digital constituye un espacio pulido y liso de lo igual, un espacio que no tolera ninguna extrañeza, ninguna alteridad, ninguna negatividad. Lo bello natural se ha atrofiado en lo liso y pulido de lo bello digital. Hoy nos hallamos en una crisis de lo bello en tanto que se lo satina, convirtiéndolo en objeto del "me gusta", en algo arbitrario y placentero, que se mide por su inmediatez y su valor de uso y de consumo. Pero sin la negatividad del quiebre de lo otro, queda obturado el acceso a lo bello natural y anulada la distancia contemplativa. La belleza es rezagada. No es un brillo momentáneo, sino que alumbra en silencio, y a través de rodeos. A la belleza no se la encuentra en un contacto inmediato. Más bien acontece como reencuentro y reconocimiento.