Author: | Carlos Gutiérrez de los Ríos | ISBN: | 9788498976380 |
Publisher: | Red ediciones | Publication: | August 1, 2016 |
Imprint: | Linkgua digital | Language: | Spanish |
Author: | Carlos Gutiérrez de los Ríos |
ISBN: | 9788498976380 |
Publisher: | Red ediciones |
Publication: | August 1, 2016 |
Imprint: | Linkgua digital |
Language: | Spanish |
«Después de haber superado gloriosamente nuestro Monarca, el Sr. D. Felipe V, todos los obstáculos que se opusieron a sus justos derechos a la Corona de España, y de haber asegurado la sucesión a esta monarquía con dos hijos, Luis y Fernando, nacidos de una princesa de Saboya que, por sus virtudes, talento y conducta debiera haber sido inmortal, quiso la Providencia probar la constancia y resignación de este gran monarca arrebatándola de su lado.No obstante el justo dolor que ocasionó a este Soberano su pérdida, haciendo nuevamente uso de aquella firmeza que tenía tan acreditada a la nación entera en las fatigas de una larga y penosa guerra, creyó no deberla exponer nuevamente a otra igual, dejando abandonada la sucesión de la Corona a las vidas de solo dos tiernos hijos, y resolvió contraer nuevo matrimonio con la Princesa heredera de Parma, doña Isabel Faunesco, reuniendo por este medio a los derechos que la Corona de España tenía a la de Portugal los de la augusta casa de Faunesco, superiores aún a los de Felipe II y a los de la casa reinante de Saboya.»
«Después de haber superado gloriosamente nuestro Monarca, el Sr. D. Felipe V, todos los obstáculos que se opusieron a sus justos derechos a la Corona de España, y de haber asegurado la sucesión a esta monarquía con dos hijos, Luis y Fernando, nacidos de una princesa de Saboya que, por sus virtudes, talento y conducta debiera haber sido inmortal, quiso la Providencia probar la constancia y resignación de este gran monarca arrebatándola de su lado.No obstante el justo dolor que ocasionó a este Soberano su pérdida, haciendo nuevamente uso de aquella firmeza que tenía tan acreditada a la nación entera en las fatigas de una larga y penosa guerra, creyó no deberla exponer nuevamente a otra igual, dejando abandonada la sucesión de la Corona a las vidas de solo dos tiernos hijos, y resolvió contraer nuevo matrimonio con la Princesa heredera de Parma, doña Isabel Faunesco, reuniendo por este medio a los derechos que la Corona de España tenía a la de Portugal los de la augusta casa de Faunesco, superiores aún a los de Felipe II y a los de la casa reinante de Saboya.»