Author: | Jose Manuel Ferro Veiga | ISBN: | 1230002162997 |
Publisher: | Jose manuel Ferro Veiga | Publication: | February 16, 2018 |
Imprint: | Language: | Spanish |
Author: | Jose Manuel Ferro Veiga |
ISBN: | 1230002162997 |
Publisher: | Jose manuel Ferro Veiga |
Publication: | February 16, 2018 |
Imprint: | |
Language: | Spanish |
Este curso en toxicomanías le ofrece una formación especializada
en la materia. Debemos saber que una buena mediación o
intervención se hace estrictamente necesaria en el momento en el
que una persona no encuentra salida a su problema. El problema de
la droga, asociado a los patrones de consumo que se practican en
nuestros días, sacude a cada día más personas que se ven
incapaces de escapar por sí mismas de ese círculo vicioso
retroalimentado. La búsqueda de ayuda profesional ya supone un
reto en sí misma de las personas que la llevan a cabo. El
apasionante mundo de la psicología, en interrelación directa con la
pedagogía y el trabajo social, permiten que se pueda llevar a cabo
un abordaje completo, de carácter interdisciplinar, que dé la
oportunidad al usuario a aprender nuevos hábitos de vida saludable
y adquirir las herramientas que le permitan convivir con las
sustancias de una forma controlada y racional.
Varios estudios demuestran que las drogas están presentes en
nuestras escuelas públicas. Estudiantes tanto de la escuela media
como la secundaria han informado que han visto venderse o
utilizarse drogas en la escuela, o que saben dónde pueden
conseguirlas. Las estadísticas demuestran que la mayoría de los
estudiantes no utilizan drogas; ni en la escuela ni en su tiempo de
ocio. Aún así, cerca de la mitad de los estudiantes encuestados han
utilizado alcohol o alguna otra droga al menos una vez. Algunas
escuelas han comenzado las pruebas de drogas al azar o bajo
sospecha razonable y las pruebas en estudiantes e incluso en
profesores, y más escuelas están considerando hacerlo. En las
pruebas de drogas al azar, se elige un número aleatorio de
alumnos, y su realización se produce sin previo aviso. El propósito
de las pruebas al azar es disuadir a los estudiantes del consumo
drogas en base al temor de ser seleccionados para las pruebas, así
como también para identificar a los estudiantes que consumen
drogas en una fase inicial en que una intervención pertinente puede
evitar la continuación en el hábito. Las pruebas bajo sospecha
razonable se llevan a cabo cuando un maestro o administrador tiene
razones de peso para sospechar que un estudiante está usando
drogas.
Si bien el uso de la marihuana y el alcohol se han mantenido
constantes en los últimos años, el uso de drogas como la cocaína, la
heroína, la cocaína crack, las anfetaminas, metanfetaminas, Ios
inhalantes y los alucinógenos han disminuido. El uso de analgésicos
como el Vicodin o la Oxicodona se ha incrementado. Los estudiantes
informan que los consiguen a partir de conocidos, o mediante
receta.
Los adolescentes de todo tipo abusan de las drogas y del alcohol,
independientemente de cómo les esté yendo en el colegio o de cuán
sana sea la relación que tienen con sus padres. Si bien descubrir
que un adolescente ha estado bebiendo o drogándose puede
preocupar a un padre o una madre, enojarlos o hacerlos sentir unos
fracasados, es importante superar esos sentimientos para detener
el problema. El abuso de drogas y alcohol requiere ayuda
profesional, y sin intervención, puede conducir a problemas graves,
como la adicción, problemas con la justicia y sobredosis.
Parte de la lucha contra la adicción es conocer qué hay ahí fuera.
Antes era suficiente mantenerse vigilante ante los equipos,
productos o materiales para drogas y oler en busca de humo de
marihuana en la ropa. Pero la droga entre adolescentes cambia de
generación en generación y se mueven en ciclos. Las drogas
sintéticas son sencillas de ocultar o hasta de fabricar en casa y los
fabricantes de las drogas que se venden en la calle constantemente
están inventando nuevas formas de disfrazar su mercancía como
objetos inocentes.
El funcionario de servicios a la comunidad de tu policía local o un
especialista en adicción de un hospital de la zona debería brindarte
información sobre las drogas modernas y los síntomas del que las
está usando.
Asegúrate de que tu adolescente sepa que no estás de acuerdo con
el empleo de drogas y alcohol, y adviérteselo. Pero también
asegúrate de que sepa que puede recurrir a ti si comienza a
consumirlos. Los adolescentes con frecuencia le ocultan cosas a sus
padres para evitar ser castigados, por lo cual debes aclararle que la
sinceridad no será castigada, sino recompensada con ayuda para
romper la adicción y el ciclo de conducta destructiva.
Los padres tienen el derecho y la responsabilidad de saberlo todo
acerca de la vida de su adolescente. Tienes que saber dónde está tu
hijo, qué está haciendo y con quién está. No basta con saber
simplemente quiénes son sus amigos, porque los elementos
externos (el hermano mayor de un amigo o un amigo de un amigo)
pueden generar el problema. No temas preguntarle a tu adolescente
si le ofrecieron drogas o alcohol, o si los probó. La sinceridad puede
llegar a sorprenderte. Si tu adolescente te contesta que no, aclárale
que está muy bien que te lo diga aún si la respuesta es "sí".
Presta atención a las comunicaciones que mantiene tu hijo,
incluyendo mensajes de texto, perfiles en los sitios de redes sociales
y cuentas de mensajes instantáneos.
Si sospechas o sabes que tu adolescente está tomando drogas o
alcohol, tal vez desees poner en escena una intervención: una
reunión sorpresa poderosamente efectiva en la que los amigos y la
familia reconocen el uso de la droga y le piden al adolescente que
busque un tratamiento. Las intervenciones se realizan mejor con la
ayuda de un especialista, llamado intervencionista. Tu médico
puede ayudarte a encontrarlo. Por lo general, las intervenciones son
el último recurso y terminan con la inmediata admisión en un
internado para rehabilitarlo.
Si sospechas del uso de drogas o de alcohol pero no crees que
llegue al nivel de una intervención, tal vez quieras consultar al
médico de la familia. Este puede preguntarle al adolescente acerca
del uso de drogas y alcohol en privado (los adolescentes pueden ser
más sinceros con un médico que contigo). El médico puede
recomendar más ayuda como una evaluación en manos de un
especialista.
Con frecuencia no se detecta el abuso de drogas o de alcohol en los
adolescentes hasta que ocasiona otros problemas serios (como un
accidente o un arresto). Si el abuso de drogas se ha vuelto una
adicción, el especialista que lo evalúa recomendará la rehabilitación
con hospitalización.
Este es un paso difícil por múltiples motivos, pero los médicos dicen
que es el camino más seguro hacia el éxito. Los centros de
rehabilitación cuentan con especialistas capacitados que pueden
ayudar al adolescente mediante la desintoxicación, la administración
de drogas que detengan la adicción, alentar conductas sanas y
trabajar hacia la meta final para ayudar al adolescente a ser más
fuerte que la adicción.
El tráfico de drogas involucra la venta de drogas y parafernalia para
consumirlas, ya sea en un intercambio local entre usuario y
proveedor o una operación internacional extensa. El tráfico de
drogas es un problema que afecta a todas las naciones del mundo y
existe en muchos niveles. El tráfico de drogas es el intercambio
comercial de drogas y la parafernalia relacionadas con ellas; esto
incluye cualquier equipamiento que se use para fabricar drogas
ilegales o para consumirlas.
Es uno de los miedos más profundos de cualquier padre. Este tema
muchas veces se evita porque la gente no sabe cómo lidiar con él.
Otras veces se trata incorrectamente y el adicto se hunde aún más
en las drogas como una forma de rebelarse. Uno debe tratar
cuidadosamente a los adolescentes (e incluso a los adultos) que
prueban y continúan abusando de las drogas. No es un tema
sencillo de abordar, y la tarea de eliminar las drogas es, cuanto
menos, difícil.
Este curso en toxicomanías le ofrece una formación especializada
en la materia. Debemos saber que una buena mediación o
intervención se hace estrictamente necesaria en el momento en el
que una persona no encuentra salida a su problema. El problema de
la droga, asociado a los patrones de consumo que se practican en
nuestros días, sacude a cada día más personas que se ven
incapaces de escapar por sí mismas de ese círculo vicioso
retroalimentado. La búsqueda de ayuda profesional ya supone un
reto en sí misma de las personas que la llevan a cabo. El
apasionante mundo de la psicología, en interrelación directa con la
pedagogía y el trabajo social, permiten que se pueda llevar a cabo
un abordaje completo, de carácter interdisciplinar, que dé la
oportunidad al usuario a aprender nuevos hábitos de vida saludable
y adquirir las herramientas que le permitan convivir con las
sustancias de una forma controlada y racional.
Varios estudios demuestran que las drogas están presentes en
nuestras escuelas públicas. Estudiantes tanto de la escuela media
como la secundaria han informado que han visto venderse o
utilizarse drogas en la escuela, o que saben dónde pueden
conseguirlas. Las estadísticas demuestran que la mayoría de los
estudiantes no utilizan drogas; ni en la escuela ni en su tiempo de
ocio. Aún así, cerca de la mitad de los estudiantes encuestados han
utilizado alcohol o alguna otra droga al menos una vez. Algunas
escuelas han comenzado las pruebas de drogas al azar o bajo
sospecha razonable y las pruebas en estudiantes e incluso en
profesores, y más escuelas están considerando hacerlo. En las
pruebas de drogas al azar, se elige un número aleatorio de
alumnos, y su realización se produce sin previo aviso. El propósito
de las pruebas al azar es disuadir a los estudiantes del consumo
drogas en base al temor de ser seleccionados para las pruebas, así
como también para identificar a los estudiantes que consumen
drogas en una fase inicial en que una intervención pertinente puede
evitar la continuación en el hábito. Las pruebas bajo sospecha
razonable se llevan a cabo cuando un maestro o administrador tiene
razones de peso para sospechar que un estudiante está usando
drogas.
Si bien el uso de la marihuana y el alcohol se han mantenido
constantes en los últimos años, el uso de drogas como la cocaína, la
heroína, la cocaína crack, las anfetaminas, metanfetaminas, Ios
inhalantes y los alucinógenos han disminuido. El uso de analgésicos
como el Vicodin o la Oxicodona se ha incrementado. Los estudiantes
informan que los consiguen a partir de conocidos, o mediante
receta.
Los adolescentes de todo tipo abusan de las drogas y del alcohol,
independientemente de cómo les esté yendo en el colegio o de cuán
sana sea la relación que tienen con sus padres. Si bien descubrir
que un adolescente ha estado bebiendo o drogándose puede
preocupar a un padre o una madre, enojarlos o hacerlos sentir unos
fracasados, es importante superar esos sentimientos para detener
el problema. El abuso de drogas y alcohol requiere ayuda
profesional, y sin intervención, puede conducir a problemas graves,
como la adicción, problemas con la justicia y sobredosis.
Parte de la lucha contra la adicción es conocer qué hay ahí fuera.
Antes era suficiente mantenerse vigilante ante los equipos,
productos o materiales para drogas y oler en busca de humo de
marihuana en la ropa. Pero la droga entre adolescentes cambia de
generación en generación y se mueven en ciclos. Las drogas
sintéticas son sencillas de ocultar o hasta de fabricar en casa y los
fabricantes de las drogas que se venden en la calle constantemente
están inventando nuevas formas de disfrazar su mercancía como
objetos inocentes.
El funcionario de servicios a la comunidad de tu policía local o un
especialista en adicción de un hospital de la zona debería brindarte
información sobre las drogas modernas y los síntomas del que las
está usando.
Asegúrate de que tu adolescente sepa que no estás de acuerdo con
el empleo de drogas y alcohol, y adviérteselo. Pero también
asegúrate de que sepa que puede recurrir a ti si comienza a
consumirlos. Los adolescentes con frecuencia le ocultan cosas a sus
padres para evitar ser castigados, por lo cual debes aclararle que la
sinceridad no será castigada, sino recompensada con ayuda para
romper la adicción y el ciclo de conducta destructiva.
Los padres tienen el derecho y la responsabilidad de saberlo todo
acerca de la vida de su adolescente. Tienes que saber dónde está tu
hijo, qué está haciendo y con quién está. No basta con saber
simplemente quiénes son sus amigos, porque los elementos
externos (el hermano mayor de un amigo o un amigo de un amigo)
pueden generar el problema. No temas preguntarle a tu adolescente
si le ofrecieron drogas o alcohol, o si los probó. La sinceridad puede
llegar a sorprenderte. Si tu adolescente te contesta que no, aclárale
que está muy bien que te lo diga aún si la respuesta es "sí".
Presta atención a las comunicaciones que mantiene tu hijo,
incluyendo mensajes de texto, perfiles en los sitios de redes sociales
y cuentas de mensajes instantáneos.
Si sospechas o sabes que tu adolescente está tomando drogas o
alcohol, tal vez desees poner en escena una intervención: una
reunión sorpresa poderosamente efectiva en la que los amigos y la
familia reconocen el uso de la droga y le piden al adolescente que
busque un tratamiento. Las intervenciones se realizan mejor con la
ayuda de un especialista, llamado intervencionista. Tu médico
puede ayudarte a encontrarlo. Por lo general, las intervenciones son
el último recurso y terminan con la inmediata admisión en un
internado para rehabilitarlo.
Si sospechas del uso de drogas o de alcohol pero no crees que
llegue al nivel de una intervención, tal vez quieras consultar al
médico de la familia. Este puede preguntarle al adolescente acerca
del uso de drogas y alcohol en privado (los adolescentes pueden ser
más sinceros con un médico que contigo). El médico puede
recomendar más ayuda como una evaluación en manos de un
especialista.
Con frecuencia no se detecta el abuso de drogas o de alcohol en los
adolescentes hasta que ocasiona otros problemas serios (como un
accidente o un arresto). Si el abuso de drogas se ha vuelto una
adicción, el especialista que lo evalúa recomendará la rehabilitación
con hospitalización.
Este es un paso difícil por múltiples motivos, pero los médicos dicen
que es el camino más seguro hacia el éxito. Los centros de
rehabilitación cuentan con especialistas capacitados que pueden
ayudar al adolescente mediante la desintoxicación, la administración
de drogas que detengan la adicción, alentar conductas sanas y
trabajar hacia la meta final para ayudar al adolescente a ser más
fuerte que la adicción.
El tráfico de drogas involucra la venta de drogas y parafernalia para
consumirlas, ya sea en un intercambio local entre usuario y
proveedor o una operación internacional extensa. El tráfico de
drogas es un problema que afecta a todas las naciones del mundo y
existe en muchos niveles. El tráfico de drogas es el intercambio
comercial de drogas y la parafernalia relacionadas con ellas; esto
incluye cualquier equipamiento que se use para fabricar drogas
ilegales o para consumirlas.
Es uno de los miedos más profundos de cualquier padre. Este tema
muchas veces se evita porque la gente no sabe cómo lidiar con él.
Otras veces se trata incorrectamente y el adicto se hunde aún más
en las drogas como una forma de rebelarse. Uno debe tratar
cuidadosamente a los adolescentes (e incluso a los adultos) que
prueban y continúan abusando de las drogas. No es un tema
sencillo de abordar, y la tarea de eliminar las drogas es, cuanto
menos, difícil.